05

Jul

2011

¿Por qué se mueve la bolsa?

Por José Ricardo Stok

Por Julio Talledo. 05 julio, 2011.

El pasado 6 de junio la Bolsa de Valores de Lima tuvo la mayor caída de su historia: 12.5% en su Índice General.

Este hecho concitó la atención de muchos empresarios, economistas y hasta políticos que fueron haciendo elucubraciones acerca de las razones de tan brusco descenso. ¿Cómo es posible que en un solo día la capitalización bursátil, esto es, el valor de las acciones de todas las empresas que cotizan en bolsa cayera en más de 30 mil millones de soles? ¿Qué ha pasado para que esto ocurra, y en un solo día? Si los fundamentos macroeconómicos de Perú no han variado, siguen igual de sólidos, si no han ocurrido en esos días cambios sustanciales en la economía mundial, entonces, ¿qué es lo que ha causado esto?

El valor de un título se concibe como el valor presente de la corriente de flujos futuros que le corresponderán, descontados a una tasa que refleje el riesgo de dichos flujos. Dos factores inciden directamente en el valor, bajándolo uno y elevándolo otro. Si el riesgo aumenta, el valor disminuye; y como es evidente, si se espera crecimiento, el valor presente subirá notablemente.

Es interesante recordar algo muy sencillo pero fundamental, aunque pueda sonar “poco científico”: el valor de un activo depende de las expectativas que se tengan sobre él. Suponga que Ud. ha invertido todos sus ahorros en acciones de empresas que explotan oro. El precio está estable, pero de repente se entera de “rumores confiables” que señalan que el oro caerá estrepitosamente antes de tres meses. ¿No estará usted urgido a vender sus acciones cuanto antes? Y si observara una ligera baja en la cotización, ¿no pensará que ya hay alguien más que sabe de esto? La cotización caerá ciertamente, aunque aún no haya pasado nada con los precios: tan solo expectativas de que caerán… El valor hoy es un reflejo de lo que se espera que ocurra en el futuro cercano.

Analicemos un poco más lo que ocurrió el 6 de junio.

La caída de 12.5% fue un promedio, lo que significa que hubo máximos y mínimos. Ninguna acción subió su cotización, tan solo dos no sufrieron cambios. Y algo interesante: las cinco acciones que más cayeron, entre 20% y 25%, eran empresas mineras junior, clara señal del sombrío panorama que pensaban que se les avecinaba; la mayor parte de la mineras cayeron entre 12% y 18% , reflejando serias dudas acerca del futuro… ¿Será que los mineros son muy sensibles, o es que temían que algo les pudiera pasar?

Si el mercado es eficiente, los precios recogen toda la información disponible, tanto interna de la empresa como externa. Nueva información podrá ocasionar cambios en los precios. Tendríamos que recordar algunas de las lecciones de la eficiencia de los mercados. La primera de ellas dice que la secuencia de cambios de precio en el pasado no contiene información sobre los cambios futuros; es decir, los mercados no tienen memoria. Y todavía hay mucha gente que actúa apoyándose en el comportamiento pasado: siguen creyendo en “la tendencia”. Las recientes encuestas electorales mostraban para algunos ciertas tendencias… que luego cambiaban y volvían a cambiar! Si el precio está bajando, ¿seguirá bajando? Es posible que sí, pero también pudiera subir, o mantenerse igual… Tenga en cuenta que para conseguir altas tasas de rentabilidad no necesita solamente saber más que algunos: necesita saber más que todos los demás. Creerse listo es no solo una presunción vana, sino que puede llevarle a comprometer su patrimonio tontamente. Y nada peor que un tonto se crea listo.

Y no piense que los especuladores mueven los precios; ya hemos dicho que los precios se mueven por nuevas informaciones disponibles. Especular es efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios, pero no producir esos cambios.

Por eso, la sexta lección de los mercados eficientes dice que hay que aprender a leer las entrañas: no solo la información publicada, sino la disponible. Los cambios de precio son aleatorios y están muy influidos por las perspectivas económicas: de la propia empresa, del país, del mundo, cada una con su propio grado de incidencia.

Este 6 de junio hemos comprobado que la bolsa también se mueve por meras expectativas, además de cambios reales. Una lección para aprender.

Profesor del PAD UDEP

Artículo publicado en el diario Gestión, martes 28 de junio de 2011.

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